viernes, 17 de diciembre de 2010

La fama y los cambios de peso.

b23072046 Famosas anoréxicas y bulímicas: antes y después

nicole Famosas anoréxicas y bulímicas: antes y después



Cambio de peso preocupante

b20405677 Famosas anoréxicas y bulímicas: antes y después





































































¿Cómo tener a estas jóvenes de referente si no son capaces de mantener una nutrición y salud adecuada? Para ellas la separación entre la moda y la enfermedad es practicamente efímera.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Barbie y la anorexia.

Barbara Millicent Robers, también conocida como Barbie, nació en el año 1959 y pronto se convirtió en el producto estrella de la marca Mattel.  La idea fue tomada por la esposa de uno de los socios fundadores de la compañía de una muñeca alemana denominada Bild Lilli. Consistía en una revolución hasta el momento, puesto que correspondía a una secretaria con las cosas claras y muchas curvas dirigida al público adulto. 

Este juguete ocasionó controversia desde el momento de su lanzamiento, su principal crítica fue que ejemplificaba un modelo de mujer perfecta, con medidas imposibles (91-46-84), lo que podría ocasionar en las jóvenes ansiedad, insatisfacción y conductas alimentarias aberrantes. Con estas medidas, la muñeca habría perdido la menstruación, una de las causas de la anorexia.



La difusión de Barbie es enorme, se ha calculado que en torno a un 90% de las niñas americanas tienen una, al menos. En el año 1971 Mattel reformó la muñeca, la cual ahora tenía más cadera y menos pecho, pero aún así, siguió considerándose responsable de los desastres alimentarios y la adicción por la cirugía plástica de occidente.

En 1961 la "Barbie canguro" venía equipada con libro titulado Cómo perder peso, que dentro tenía escrito un consejo: "No comas". En 1965 otro paquete denominado "Fiesta de pijamas" incluía, además de este libro, una báscula rosa que marcaba 50 kilos, es decir, 16 kilos menos que los que debería pesar una persona de 1.75 m.



miércoles, 15 de diciembre de 2010

Drunkorexia: no comer para beber.

Este trastorno nace influído por la elevada carga energética de las bebidas alcóholicas, puesto que un gramo de alcohol posee 7 kilocalorías. Un lata de cerveza aportaría a nuestro organismo 110 kilocalorías, mientras que un vaso de vino 80 y un combinado superaría las 200.


La drunkorexia es una afección que afecta sobre todo a mujeres jóvenes, que desean adelgazar, pero para lograrlo no están dispuestas a reducir su ingesta de alcohol habitual. De este modo disminuyen su dosis de comida durante el día o llegan a no hacerlo para compensar las calorías aportadas por las bebidas alcóholicas.

martes, 14 de diciembre de 2010

Diabulimia.

Esta enfermedad nace de la composición de diabetes+bulimia, se trata de un nuevo trastorno que afecta a los diabéticos de tipo I, los cuales, omiten sus inyecciones de insulina para así adelgazar. Pero sin la insulina los niveles de azúcar en sangre ascienden, produciéndose una hiperglucemia, y las células no son capaces de tomar glucosa para su utilización. El organismo responde eliminando la glucosa en orina, para así bajar los niveles que esta representa en sangre. Por otro lado una cantidad excesiva de azúcares lesiona los vasos sanguíneos que irrigan los nervios, lo que desemboca en neuropatías, como la retinopatía diabética, a consecuencia de la que los enfermos quedan ciegos.

La diabulimia es una afección muy peligrosa, puesto que a los efectos de una mala alimentación se les suman los de la diabetes no tratada.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Vigorexia.

La vigorexia es un trastorno alimentario que comparte con la anorexia la distorsión de la imagen corporal y la preocupación obsesiva por la figura. Este trastorno todavía no está reconocido como enfermedad en la comunidad médica, si no que se habla de un desorden emocional en el que las características físicas se perciben de manera distorsionada y justamente del modo inverso que en las personas que padecen anorexia. Este problema suele relacionarse con hombres, pero el número de mujeres que lo padecen es cada vez mayor.


Se diferencian dos manifestaciones de este trastorno, por un lado, la extrema actividad deportiva, y por otro el ingerir proteínas sintécticas que aumentan la masa muscular. Estas dos manifestaciones pueden aparecer en ocasiones combinadas.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Obesidad.

Aunque en este blog nos centramos en trastornos alimentarios relacionados con la pérdida de peso, la psicopatología alimentaria está representada también por enfermedades que producen un aumento de éste, la más conocida es la obesidad. La obesidad es un exceso de grasa corporal que, por lo general, aunque no siempre, se ve acompañado de un aumento de peso. No es lo mismo que el sobrepeso, este último se relaciona directamente con el aumento de peso, pero el peso de una persona se ve influído por la masa muscular, los huesos, la grasa y el agua. Aún así, ambos términos ambos términos se utilizan para indicar que el peso de una persona excede al recomendado según su estatura. Esta enfermedad es resultado de la ingesta de calorías a lo largo del tiempo, calorías que sobrepasan el equilibrio que el cuerpo mantiene (ingesta-pérdida de calorías). Entre los factores que suelen alterar este equilibrio se encuentran la constitución genética, el exceso de comer, el consumo de alimentos ricos en grasas y la falta de actividad física. El padecer obesidad es un riesgo en la aparición de enfermedades cardíacas, diabetes, derrames cerebrales, artritis y ciertos cánceres.

martes, 7 de diciembre de 2010

Entrevista a Isabelle Caro.

La francesa Isabelle Caro, que como ya se citó en entradas anteriores fue imagen de una campaña contra la anorexia para la marca de ropa Nolita, sólo pretendía proteger a las jóvenes de la enfermedad que ella experimentó durante los últimos diez años. En esta entrevista Isabella defiende la campaña:“Quería que la gente viera el peligro y entendiera lo que significa llegar a ese estado de cercanía a la muerte”.

P. ¿Por qué revelar su cuerpo para esta campaña?

R. Hice el sacrificio de mostrar este cuerpo que odio para que las mujeres jóvenes y el mundo de la moda puedan ver a dónde nos puede llevar la dictadura de lucir delgados. Ser demasiado flaco puede terminar en la muerte y es todo menos bonito, de hecho todo lo contrario. Quería proclamar mi sufrimiento.

P. ¿Sintió temor de posar desnuda?

R. No hay nada peor para una anoréxica que mostrarse desnuda, porque está en guerra con su cuerpo, siente que está demasiado gordo. Apenas hace unos meses caí en cuenta de lo flaca que era, pesaba 25 kilos. Mi deseo de denunciar esta terrible enfermedad fue más poderoso que mi modestia.

P. ¿Cómo dio con Oliviero Toscani?

R. Escuché que Toscani estaba buscando a una joven anoréxica para una campaña contra esta enfermedad. De inmediato sentí que me concernía, porque he sufrido de anorexia durante los últimos diez años. Apenas lo vi unas horas durante la sesión de fotos.

P. ¿Qué sintió de que Oliviero Toscani no quisiera reunirse con usted?

R. Fue duro al comienzo, pero no me preocupa. Eso no es lo importante. Tengo un mensaje para difundir: la vida vale la pena vivirla porque es hermosa. Es necesario luchar. He estado tan cerca de la muerte que ahora me doy cuenta del peligro que corrí.

P. ¿Conocía antes del trabajo de Oliviero Toscani para Benetton, que siempre fue controversial?

R. Por supuesto. Por eso lo escogí. Es una foto chocante. Pensé que cambiaría las cosas. No quería una fotografía que la gente no notara al pasar. Quería que la gente viera el peligro y entendiera lo que significa llegar a ese estado de cercanía a la muerte.

P. ¿No le parece un comercial tétrico?

R. Esta campaña muestra la realidad de la moda tal como si las modelos estuvieran luciendo sus cuerpos sin ropa. Soy de la misma talla de las modelos a las que los diseñadores les piden modelar ropa talla cero, es decir, por debajo de un 34. Algunas niñas de Europa del Este mueren de hambre para apoyar a sus familias. En Brasil, dos modelos murieron recientemente. Los diseñadores son irresponsables. Explotan a las jóvenes que están dispuestas a hacer lo que sea para trabajar.

P. ¿Qué opina de la moda pro-Ana?

R. Es escandaloso y criminal promover entre las mujeres jóvenes que dejen de alimentarse para satisfacer la fantasía de la extrema flacura. La anorexia es una enfermedad, no un modo de vida.

P. Pero mucha gente piensa que su fotografía puede llevar a que las mujeres jóvenes anoréxicas la tomen a usted como un modelo... ¿Qué opina?

R. No entiendo. Lo encuentro totalmente ridículo. No entiendo cómo el cuerpo de una vieja puede ser el modelo para una joven de 25 años. No es como esas fotos de los sitios pro-Ana que muestran mujeres hermosas. Aunque les veamos los huesos, sus cuerpos son aún atractivos. Como actriz en el mundo del show business, sé lo que significa mostrarse sin maquillaje ni peinados. Si hubiera visto una campaña como la de Toscani, probablemente no me hubiera vuelto anoréxica.

P. ¿Podrá entonces tener su foto un efecto preventivo sobre otras mujeres jóvenes?

R. Sin duda. Incluso en mis peores períodos de anorexia, entre los 13 y los 15 años, cuando aún pensaba que estaba gorda, definitivamente me hubiera afectado una fotografía tan desagradable. Me hubiera dicho: “No quiero lucir como ella... una jovencita con el cuerpo de una mujer vieja y cansada”. Espero que este anuncio ayude, aun cuando sea a una sola persona.

P. ¿Comprende por qué el anuncio ha sido prohibido en Francia?

R. No y estoy muy desilusionada con esa decisión. En Francia nos estamos escondiendo de la realidad de la anorexia. Por ejemplo, la industria de la moda no impone ningún criterio real sobre la talla de las top models. Los cuerpos se están ocultando detrás de la ostentación, el maquillaje, el pelo, la ropa y el glamour.

P. ¿Cómo llegó a ser anoréxica?

R. Tuve una infancia muy difícil, muy traumática e inusual.

P. ¿Qué le pasó?

R. Todavía me es difícil hablar de eso. Mi madre sufría de depresión. Yo tenía cuatro años y me aisló del mundo. No me mandó al colegio. Me forzó a aprender violín. No me permitía salir a menos que tuviera una bufanda sobre mi cara para que no respirara (había oído en la radio que el aire fresco hacía crecer). No quería que creciera, me medía a diario. A los 13 años decidí que quería dejar de crecer. Todo empezó con una imagen: caminaba con mi madre por un callejón hacia la casa y ella cargaba una botella de gas. Me dijo: “¿Sabes lo que es cargar 35 kg?”. Tiempo después fui al doctor por una infección en la garganta. Me midieron y pesaron y vi la desilusión en los ojos de mi madre. Pesaba 39 kilos. Me había subido de 35 kg. Ahí decidí dejar de comer.

P. ¿De un momento a otro dejó de comer?

R. Fue gradual. Yo era ingeniosa para que mi madre no se diera cuenta. Al comienzo, uno no se da cuenta de lo que está sucediendo, está en un estado de euforia.

P. ¿El “orgullo” anoréxico?

R. Sí, es un estado de euforia que se siente al comienzo. Es fantástico. Cuando uno comienza a perder peso, siente que tiene todo bajo control. Y entonces, rápidamente entra en un círculo vicioso de consecuencias irreversibles: el pelo y los dientes se te comienzan a caer, desarrollas problemas de visión. Casi pierdo la visión de uno de mis ojos. Poco a poco, uno cae en una espiral diabólica, de muerte.

P. ¿Llegó a estar cerca de la muerte?

R. Muchas veces. He entrado en coma en varias ocasiones. Un día realmente pensé que había muerto. Me vi en el otro lado. Fue entonces cuando decidí regresar al mundo de los vivos.

P. ¿Qué fue lo más duro?

R. Cuando tuve que ser hospitalizada. Pasé varios períodos en el hospital, incluso en centros especiales, y fui maltratada. Te apartan de tus seres queridos, los doctores te hacen sentir culpable. Todos piensan que eres responsable de tu condición y que te estás haciendo la difícil al negarte a comer. Las enfermeras eran toscas. Cuando me bañaban, eran muy duras con mi demacrado cuerpo. El tratamiento lo sentía como si estuviera siendo violada.

P. A veces no hay otra manera de mantenerte viva...

R. En el hospital te alimentan con una sonda estomacal. Te fuerzan a ganar peso. Te tratan los síntomas pero no la enfermedad mental.

P. ¿Y sigue enferma?

R. He decidido sanarme, pero a mi propio ritmo; de otra manera fracasaría. Como muy poco pero mejor, cada vez mejor. Es una batalla diaria, pero lo lograré, porque escogí vivir.

P. ¿Nos puede explicar por qué en su blog la mayoría de las fotografías la presentan como una anoréxica, pero ahora nos dice que quiere luchar contra esa enfermedad?

R. Porque, infortunadamente, eso es lo que soy. Quiero mostrar lo terrible que es. Sin embargo, en el sitio también trato de mostrar el progreso y los resultados. Pesaba 25 kg. cuando caí en coma. Ahora peso 32 kg. Ustedes pensarán que es demasiada flacura, pero comparada con hace un año hay una gran diferencia. Eso es lo que quiero mostrar. He trabajado muy duro para llegar acá, luché de verdad y fue muy difícil.

P. ¿Alguna vez le ha gustado su cuerpo?

R. Nunca. Siempre sentí que estaba muy gorda. Ese es el principio detrás de la anorexia; quienes la sufren no son capaces de amar sus cuerpos. Incluso de niña, no me gustaba mi cuerpo aun cuando era una chica normal. El único momento en que era capaz de aceptar mi cuerpo era cuando actuaba: en el escenario me siento otra persona.

P. ¿Qué quiere decirles a las jóvenes que se encuentran en su misma situación? ¿Quisiera ayudarles?

R. Eso es exactamente lo que quiero hacer, porque sé las palabras que debo usar cuando hablo con ellas. Los doctores no se las saben. Pero sobre todo, no se debe hablar de peso a una anoréxica. Hay que enseñarles a amar la vida de manera gradual, por ejemplo, a través de la pintura o de clases de teatro. Quisiera encontrar un lugar donde pudieran hablar sin temor a lo que otros puedan pensar de ellas. Un buen psiquiatra no debe tratar la anorexia como una enfermedad en sí misma, sino que debe buscar la historia detrás de las razones para ser anoréxico. Quisiera encontrar una estructura con doctores y sicólogos donde las jóvenes no sean encerradas o aisladas del mundo. Tengo algunas ideas, pero no he hecho ningún contacto.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Teléfono de ayuda.

900 60 50 40 begin_of_the_skype_highlighting              900 60 50 40  
Al llamar a este número te atenderán, asesorarán y prestarán ayuda sobre los trastornos alimentarios. El objetivo de este teléfono es prevenir estos trastornos y promover una dieta sana, para ello mantienen esta linea telefónica gratuíta para resolver las dudas que a las personas se les presenten. Al otro lado del teléfono te encontrarás con todo un equipo de psicólogos y profesionales formados en trastornos de la alimentación y en nutrición 
 Su horario de atención es de lunes a viernes y de 9h-18h.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Un nuevo trastorno, los "comedores del sueño"

Este nuevo problema trata de un trastorno alimentario ligado al sueño, que consiste en una gran ingesta de comida mientras estamos dormidos. Las personas que lo padecen sufren un atracón sin ser conscientes de él y pueden percibirlo por los envoltorios de comida vacía que han dejado o las huellas que han dejado durante la comilona. Los comedores dormidos constituyen un 1% de la población, en su mayoría son mujeres que se levantan de cama y se dirigen a la nevera como si fueran sonámbulas, sin disfrutar de lo que están comiendo.
En realidad el nombre técnico de esta patología es el desorden de la ingesta nocturna relacionada con el sueño y en su severidad influyen tanto la interrupción del sueño y el aumento de peso como el peligro potencial que sufren estas personas, puesto que pueden llegar a preparar comidas dormidos o ingerir objetos no comestibles.
Comer mal + dormir mal = fatiga, malestar general, baja autoestima, y el progresivo aumento de peso que daña poco a poco al organismo.