miércoles, 15 de diciembre de 2010

Drunkorexia: no comer para beber.

Este trastorno nace influído por la elevada carga energética de las bebidas alcóholicas, puesto que un gramo de alcohol posee 7 kilocalorías. Un lata de cerveza aportaría a nuestro organismo 110 kilocalorías, mientras que un vaso de vino 80 y un combinado superaría las 200.


La drunkorexia es una afección que afecta sobre todo a mujeres jóvenes, que desean adelgazar, pero para lograrlo no están dispuestas a reducir su ingesta de alcohol habitual. De este modo disminuyen su dosis de comida durante el día o llegan a no hacerlo para compensar las calorías aportadas por las bebidas alcóholicas.

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