Fue el día 24 de Septiembre del 2007 cuando el drama de la anorexia llegó a las vallas publicitarias de las calles italianas, a través del posado de una joven anoréxica, llamada Isabelle Caro, para la marca “Nolita”. La idea fue del fotógrafo italiano Oliviero Toscani, conocido por sus atrevidos trabajos, por los que ha recibido varias críticas.
La campaña se basa en grandes fotografías en las principales calles italianas que muestran a la modelo, completamente desnuda, y con un título muy llamativo: “No-anorexia”.
La campaña contaba con el beneplácito de la ministra de Sanidad Livia Turco, que explicó que la medida podía " abrir eficazmente un canal comunicativo original y privilegiado con el público joven, a través de un mensaje de gran impacto idóneo para favorecer la toma de responsabilidad hacia el drama de la anorexia".
Sin embargo este apoyo, unido al de varios grupos y diseñadores no ha sido suficiente, y la Asociación contra la Anorexia y la Bulimia critica al día siguiente esta publicidad, argumentando que no es efectiva y que crea "polémica desde la morbosidad de una enfermedad mental". Defienden que no tiene valores positivos ni saludables y que las jóvenes que padecen la enfermedad no se ven identificadas con el cartel, puesto que su realidad está distorsionada. Y recriminó que el compromiso de firmas de ropa como la implicada en esta noticia ante esta enfermedad debría reflejarse mediante el aumento de tallas y no esta agresiva publicidad.
Finalmente, el organismo italiano que regula la publicidad ha decidido prohibir, un mes más tarde, las fotografías de la marca "Nolita", basándose en que violaba tanto el artículo 1 de su código, que dice que la publicidad sea honesta, fiable y correcta, como el artículo 10, que defiende que no se deben ofender las creencias morales, civiles o religiosas de una persona y que debe respetar la dignidad humana en todas sus formas y expresiones.
VIDEO DE LA CAMPAÑA
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